Estudiar en una de las mejores universidades del estado y de México es un privilegio muy grande para cualquiera. Desde los primeros días me dí cuenta de que todo lo que había conocido hasta antes del 14 de Agosto del 2017 daría un paso muy grande hacia un nivel superior; desde el nivel de exigencia y dedicación, hasta el nivel de todos los nuevos conocimientos que nos proporcionarían. He de admitir que la Licenciatura en Ciencias de la Computación me ha parecido una carrera demasiado exigente y pesada, no le creía a mis profesores de preparatoria cuando me decían que me preparara para no dormir pero ahora les digo: Tenían razón. También he de decir que he aprendido muchísimo y he reforzado mis conocimientos previos. Sí, es una carrera “difícil” pero me parece extraordinaria, con lo poco que nos han mostrado en estos primeros 3 meses he quedado maravillado. Me ha gustado mucho tanto la parte matemática, como la parte que se enfoca más a nuestro desarrollo profesional como computólogos. Estoy emocionado por ver qué más pasa en estos 4 años de estudios profesionales y estoy dispuesto a dar mi 100% para lograr graduarme de esta carrera, claro, no será fácil; ni siquiera será difícil, sé que podrá ser algo mucho más complicado que eso, pero valdrá la pena. Claro, la escuela no sería lo mismo sin esas personas que te acompañan día a dia, he conocido de cerca a varias personas que, a pesar del poco tiempo que tenemos de convivir, ya los considero mis amigos: Jesús Carmona, Miguel Ángel, Nicole y Osver se han convertido en esas nuevas personas en las que podré confiar y las que me aguantarán por el resto de la carrera. Aunque he mencionado a mis amigos más cercanos, los demás del grupo no se quedan atrás, pues todos me agradan y aunque no hable demasiado con todos quiero decirles que son excelentes compañeros y que pueden contar conmigo.

Autor: Pedro Andrés Hernández Amador.